Fondos de escritorio 2013 - Año Internacional de la Cooperación en la Esfera del Agua
En Diciembre de 2010, la Asamblea General de Naciones Unidas declaró 2013 como el Año Internacional de la Cooperación en la Esfera del Agua. Además el Día Mundial del Agua, 22 de Marzo de 2013, estará dedicado a la cooperación en la esfera del agua.
La principal tarea a la que se enfrenta la comunidad internacional en el campo de los recursos hídricos es la transformación de las obligaciones contraídas en hechos concretos sobre el terreno, imprescindibles para el beneficio de las personas, los ecosistemas y la biosfera en su conjunto.
Promover las oportunidades de cooperación en gestión del agua entre todas las partes implicadas y mejorar la comprensión de los retos y los beneficios de esta cooperación contribuyen al respeto mutuo, la comprensión y la confianza entre los países y promueve la paz, la seguridad y un crecimiento económico sostenible.
Los beneficios de la cooperación en materia de agua
"El agua es un elemento clave cuya importancia nunca será sobreestimada"
Los beneficios de la cooperación incluyen los costes evitados por la reducción de las tensiones y los enfrentamientos con los territorios vecinos. Las tensas relaciones interestatales ligadas a la gestión del agua pueden llegar a inhibir la cooperación regional en otros ámbitos como el comercio, el trasporte, las telecomunicaciones y los mercados laborales. Ejemplos claros son los casos de las cuencas del Éufrates, el Indo o el Jordán.
La cooperación a nivel de cuenca puede promover técnicas eficientes para el almacenamiento y la distribución del agua, incrementando la superficie de irrigación.
Cooperación para el desarrollo y la sostenibilidad medioambiental
El agua es crucial para un desarrollo sostenible; el agua tiene un valor social, económico y medioambiental y necesita ser gestionada dentro de un robusto marco socio-económico y ambiental que sea integral. Tanto río arriba como corriente abajo, las correspondientes partes implicadas tendrán que involucrarse en las decisiones de gestión del agua. Es imposible mantener la integridad de un ecosistema equilibrado sin una estrategia global para la gestión de los recursos hídricos. Todos nosotros compartimos la responsabilidad de proteger los entornos comunes que rodean a los ríos y las masas de agua asociadas a ellos.
El agua contribuye a paliar la pobreza de muchas maneras, por ejemplo, a través de los servicios de saneamiento, abastecimiento de agua, etc. Una cantidad y una calidad apropiadas de agua mejoran la salud y, aplicadas en el momento justo, contribuyen a aumentar la productividad de la tierra, de la mano de obra y de otros activos. Estos objetivos son asequibles y costarían mucho menos que suministrar la asistencia sanitaria necesaria para tratar a las personas afectadas de enfermedades prevenibles causadas por las malas condiciones de agua y saneamiento. Cada gobierno debería facilitar un marco legislativo sólido y una estructura de implementación para manejar el uso de sus recursos hídricos.