Raúl Gómez, presidente del CGS de Pontevedra: “Esta es una profesión con mucho futuro”
Raúl Gómez Villaverde es diplomado en Relaciones Laborales por la Universidad de Santiago de Compostela. Con amplia formación complementaria y cursos oficiales, Raúl está especializado en derecho laboral y procesal, y acumula una dilatada experiencia en la tramitación y gestión laborales.
¿Qué reivindicaciones realiza el colectivo al que usted representa, tanto ante la Administración como ante la sociedad en general?
Nuestras reivindicaciones son fundamentalmente las que nos permite la Ley de Enjuiciamiento Civil, que señala que se creará un turno de justicia social, laboral y que los graduados sociales representaremos a los ciudadanos. Por tanto, lo que pedimos es que la Administración ponga en funcionamiento este turno de justicia gratuito en el que los trabajadores y empresas sin recursos puedan acceder a nuestros servicios, que pagará la Administración. Actualmente lo estamos haciendo de manera casi altruista.
Por otro lado, los graduados sociales somos técnicos en derecho del Trabajo y Seguridad Social, y considero por tanto que somos la profesión más preparada sobre esto, y la capacitación en la jurisdicción social debe ser total.
Otra reivindicación es que podamos interponer el recurso para la modificación de doctrina de casación ante el Tribunal Supremo.
Pedimos más colaboración con la Administración, creo que podemos ser capaces de llegar allí donde no puede, pero nos tienen que habilitar.
Y sería muy importante que los graduados sociales visasen cada una de las nóminas que hacen por el Colegio de Graduados Sociales. Así no habría infra-cotización, ni discriminación por género, ni categorías inferiores a las que correspondan por convenio.
¿Cómo perciben los actuales graduados sociales el futuro de la profesión? ¿Los estudiantes que se interesan son más o menos que en épocas recientes?
Creo que es una profesión con mucho futuro porque es una profesión técnica, es necesario tanto para la ciudadanía como para las empresas y trabajadores, está adecuada a los tiempos modernos en cuanto a lo telemático. En cuanto a los estudiantes, cada vez hay más. Aquí en Galicia tenemos bastantes facultades y todas ellas siempre con muchos alumnos matriculados.
En el mundo del despacho hay que trabajar mucho y ganarse al cliente, y en España en general tenemos una idealización del trabajo para el Estado: opositar para trabajar para el Estado es la primera opción de muchos.
Durante esta crisis sanitaria y económica ¿cuál ha sido el mayor reto al que os habéis enfrentado en vuestro despacho? ¿Habéis sentido comprometida la viabilidad del sector?
El mayor reto ha sido el volumen de trabajo y, como consecuencia, el nivel de estrés. Sin embargo no hemos sentido comprometida la viabilidad del sector: mientras que en otros sectores muchos negocios podían desaparecer, en el sector de asesorías el trabajo era brutal. Hay más demanda que oferta, por ello, la asesoría se ha visto como un trabajo esencial.
Habéis sido una parte fundamental en el inicio de la pandemia por la gran cantidad de prestaciones que habéis tenido que gestionar. ¿Cómo afrontasteis digitalmente este aumento del volumen de trabajo? ¿Consideras viable la implantación del teletrabajo, quizá a través de una fórmula híbrida?
Hemos afrontado el aumento de volumen con muchas horas de trabajo. Antes del la pandemia ya contábamos con las aplicaciones informáticas y se trabajaba telemáticamente con Tesorería y la Administración a través de los certificados digitales, por lo que ya estábamos preparados. En cuanto a la posible implantación del teletrabajo, creo que es óptimo el uso de un modelo híbrido. Sin embargo, el contacto personal es importante.
Es cierto que se puede gestionar perfectamente por mail, pero creo que en las relaciones que mantenemos, que son de confianza, se necesita el trato humano, no puede ser todo a través de una máquina.
Y si bien creo que la fórmula híbrida es perfecta para pasar del papel a los certificados digitales, considero que hay que volver a la normalidad.
¿Cuáles fueron y son los principales efectos económicos de la pandemia sobre vuestros clientes? ¿Qué hubiera ocurrido con vuestras empresas si no se hubieran aprobado los ERTES por fuerza mayor? ¿Habrían sobrevivido?
El principal efecto económico de la pandemia sobre nuestros clientes fue el endeudamiento. Los que tenían ahorros los gastaron, y los que no, sobrevivieron con créditos pero sin disoluciones ni destrucciones. El año 2010 fue muchísimo más duro. En mi opinión se han podido evitar las disoluciones gracias a los ERTES: si no se hubiesen aprobado, las empresas que tenían capacidad económica habrían vaciado su caja, e incluso aquellas con capital suficiente se habrían endeudado demasiado y habrían desaparecido.
¿Las ayudas que se han otorgado tanto han llegado a tiempo? ¿Ha habido unos sectores más beneficiados que otros?
Por lo que parece sí. La presión social y fiscal no fue tan fuerte, es decir, no se le ha dado dinero, simplemente se bonificaron cuotas de la Seguridad Social, los trabajadores cobraban directamente del SEPE y los autónomos cobraban el CATA de las mutuas. Las ayudas que llegaron fueron fundamentalmente a nivel local y autonómico. En cuanto a si ha habido algunos sectores que se han beneficiado más que el resto, efectivamente la hostelería o turismo han sido más beneficiados y además han tenido más facilidades para acceder a las ayudas como consecuencia de haber sido los sectores más afectados por la pandemia. Sin embargo, no considero que hayan sido suficientes.
¿Cómo valoras el impacto de la crisis generada por el COVID en tu provincia sobre empresas y autónomos? ¿Cómo crees que será la recuperación del tejido empresarial?
La crisis del COVID ha sido una crisis de turismo a nivel provincial. Al igual que en 2010 fue una crisis de la construcción, destruyendo empleo y empresas de construcción, esta crisis ha afectado claramente al turismo. No obstante, las empresas en Pontevedra han aguantado y además este año han logrado recuperarse. En cuanto a la recuperación, deberían centrarse los esfuerzos fundamentalmente en el turismo, el motor principal tanto de la provincia como de España. Debería invertirse más en turismo y en I+D, ya que somos el segundo país del mundo con más visitantes. 2022 creo que va a ser el año de recuperación.
La Ley de Creación y Crecimiento Empresarial contempla la simplificación de los trámites para constituir una empresa. ¿Cómo crees que afectará al tejido productivo?
Es una fórmula que ya se ha visto que funciona y existe, como es el caso de Portugal, donde hay oficinas que se encargan de la gestión de creación de empresas en una hora. Por tanto, nosotros debemos dinamizar eso. Con esta ley será todo más rápido, pero no creo que sea un factor imprescindible.
El problema no creo que se resuelva con la simplificación de trámites, pues creo que el problema está en la presión fiscal y de cotización.
Al ser una provincia fronteriza, muchos empresarios que no necesitan tener la sede social en la provincia la sitúan en polígonos industriales llenos de empresarios españoles al otro lado de la frontera. Este movimiento viene motivado por varias razones, como la posibilidad de subida de cotizaciones, o por el hecho de que en Portugal los despidos, la presión fiscal y el Impuesto de Sociedades son más baratos. Por ello, no veo que sea una acción muy óptima para solucionar el problema del país.
¿Cómo valoras la labor de las mutuas? La pandemia ha puesto en valor la prevención de riesgos laborales, ¿crees que las empresas lo perciben así también? ¿Qué es lo que más valoras del servicio recibido por Fraternidad-Muprespa?
Las mutuas son empresas públicas al ser entidades colaboradoras con la Seguridad Social y han tenido mucho trabajo, acelerando el proceso de prestación de los CATA. En cuanto al tema de la prevención, en los sectores donde hay riesgos altos la prevención ya estaba asumida. Las empresas pudieron tomar conciencia de riesgos de estrés o de gran volumen de trabajo. Sin embargo, los pequeños comercios no son tan conscientes de la importancia de esto.
Por otra parte, pienso que la formación y difusión de prevención son tareas fundamentales que están funcionando óptimamente.
Fraternidad-Muprespa es muy fuerte aquí en la provincia y llevamos mucho tiempo trabajando con ella día a día.