Finaliza la situación de crisis sanitaria por la Covid y acaba la obligatoriedad de llevar mascarillas

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Tres años y cuatro meses después de la declaración del estado de alarma por la pandemia de la COVID-19, el Boletín Oficial del Estado recoge la orden SND/726/2023, de 4 de julio, por la que se publica el Acuerdo del Consejo de Ministros celebrado ayer, que declara la finalización de la situación de crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19, una crisis de extraordinaria magnitud y gravedad por el elevado riesgo de contagio, el alto número de personas afectadas, la presión sobre los servicios sanitarios y el altísimo coste social y económico derivado de las medidas extraordinarias de contención y distanciamiento adoptadas. 

De este modo se da por finalizado este escenario diseñado para  afrontar la situación de emergencia sanitaria y proteger la salud y la seguridad de la ciudadanía. Entre sus efectos más notables destacada el fin de la obligatoriedad de usar mascarillas. 

El anexo a la publicación formula igualmente varias recomendaciones dirigidas a administraciones y ciudadanía. Destaca, en primer lugar, la protección de la población vulnerable, sobre todo en lo relativo a evitar la transmisión de infecciones respiratorias y mantener una actitud responsable. 

La segunda medida pasa por fortalecer la vigilancia en salud pública, un pilar fundamental de cara a la preparación eventualmente necesaria ante posibles futuras emergencias sanitarias. 

En tercer lugar se continuará promocionado la vacunación frente a la COVID-19 y otros microorganismos causantes de infecciones respiratorias.

El fortalecimiento del marco estratégico de preparación y respuesta frente a emergencias sanitarias es el cuarto punto a tener en cuenta ante amenazas para la salud pública generadas por agentes biológicos, agentes químicos, físicos o amenazas de origen ambiental, incluyendo aquellas relacionadas con el cambio climático. 

También es clave fortalecer los recursos humanos, las capacidades de preparación y respuesta frente a emergencias sanitarias, así como la resiliencia de los sistemas sanitarios. Este punto es el quinto del anexo de medidas extraordinarias. 

La sexta medida sería el mantenimiento de la reserva estratégica sanitaria que permita dar una respuesta oportuna y eficaz y garantizar la disponibilidad y la óptima capacidad de producción de contramedidas en situaciones de crisis. 

Por último, en séptimo lugar, se considera clave mantener los mecanismos de gobernanza compartida y seguir profundizando en los mecanismos de coordinación y cooperación interadministrativa. 

Fraternidad-Muprespa, Mutua Colaboradora con la Seguridad Social, se mostrará especialmente escrupulosa en la aplicación de estas medidas gubernamentales, tal y como ha venido haciendo desde el 11 de marzo de 2020 en su labor de protección de sus empresas mutualistas y sus trabajadores protegidos.  
 

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