Entrevista a Marcos Martínez, presidente del Colegio de Graduados Sociales de Asturias
Fraternidad-Muprespa estrecha su relación con un importante colectivo con el que lleva años trabajando codo con codo. Se trata de los representantes de los Colegios Oficiales de Graduados Sociales, profesionales especializados en derecho laboral y de la Seguridad Social, además de ser profundos conocedores del área socio-laboral y económica. La colaboración bilateral establecida se ha basado en una serie de entrevistas con las que, desde la Mutua, damos voz tanto a estos profesionales como a asesores que nos han detallado el día a día de su trabajo y la importancia de las funciones que realizan.
Hoy entrevistamos a Marcos Óscar Martínez Álvarez, presidente del Colegio Oficial de Graduados Sociales de Asturias desde 2017. Graduado social y diplomado en Relaciones Laborales en la Universidad de Oviedo. Ha sido director de la Escuela de Práctica Profesional "José Emilio Martínez Fariza", miembro de la Comisión de Calidad de la Facultad de Economía de la Universidad de Oviedo y secretario de la Asociación Laboral 2000 y de la Asociación de Jóvenes Graduados Sociales de Asturias. Con una trayectoria de 15 años en el despacho Bigoles Abogados, actualmente es socio fundador del despacho de graduados sociales “Laboralistas del Principado”. Autor del libro “Auditoria Sociolaboral en la Administración Pública”, ha impartido conferencias y cursos en materia de relaciones laborales y recursos humanos, y es referencia de los medios de comunicación para opinión en materias relacionadas con el mercado de trabajo y el sistema de pensiones.
¿Qué reivindicaciones realiza el colectivo al que usted representa, tanto ante la administración como ante la sociedad en general?
Somos los profesionales que estamos entre Administración Pública, las empresas y los trabajadores. Por tanto, somos quienes canalizamos todas las prestaciones o relaciones laborales de recursos humanos y las gestiones de asesoramiento laboral que hay en ese triángulo. Por lo tanto, la reivindicación principal es que hay que analizar muy bien antes de regular, hay que tener una visión objetiva de cómo se va aplicar la norma, y esa visión objetiva no se puede tener si antes no se pregunta a los profesionales que estamos a pie de calle. Está muy bien llegar a acuerdos, está muy bien legislar rápido, como se necesitó en esta pandemia, pero lo más importante es generar una normativa para evitar conflictividad y adaptarse lo mejor posible a una sociedad, saber cómo se aplica y la mejor manera de hacerlo. La única manera de saber eso es preguntando a los profesionales.
¿Qué aspectos destacaría en la relación que mantienen los colegios de graduados sociales con la Administración? ¿Y concretamente con las Mutuas Colaboradoras con la Seguridad Social?
Destacaría la colaboración. Mientras tengamos mejor colaboración entre Administración y los profesionales, más fluido, fácil y ágil será llevar a cabo las gestiones con la Administración y las mutuas. Con las mutuas siempre tiene que ser una colaboración muy cercana porque, aunque son parte de la Administración, de alguna manera son profesionales como nosotros. Con la Administración el único reparo está ahora por parte de los medios telemáticos. Se pueden solucionar muchas cosas, pero hay muchas otras que la gestión telemática no soluciona, y esa colaboración que nosotros teníamos con la Administración se va diluyendo porque no tenemos forma de contactar para solucionar algo que de forma telemática no se soluciona rápidamente, aunque también pienso que es una relación que no va a desaparecer.
Nosotros servimos a nuestros clientes, los cuales necesitan respuestas rápidas y ágiles.
¿Cómo perciben los actuales graduados sociales el futuro de la profesión? ¿Los estudiantes que se interesan por esta profesión son más o menos que en épocas recientes?
La percibo espectacular. Con la pandemia, todas las empresas y la Administración se han dado cuenta del valor de los estudiantes en el grado de relaciones laborales y recursos humanos, que son la antesala de la profesión de red social. El valor ha crecido porque han aumentado las ofertas de empleo, se demandan profesionales expertos en relaciones laborales. El futuro se ve importante por diferentes motivos.
Va a ser muy importante trabajar o gestionar principalmente a las personas, y nosotros, como bien dice nuestro grado, relaciones laborales y recursos humanos, somos especialistas en las personas en el ámbito laboral.
Otro punto que va a ser muy importante es el ámbito laboral, por las reformas laborales que se están realizando y se seguirán desarrollando, lo que va a suponer una necesidad de profesionales con nuestro perfil, el de la red social especialista en relaciones laborales y recursos humanos.
Durante esta crisis sanitaria y económica ¿Cuál ha sido el mayor reto al que os habéis enfrentado en vuestro despacho? ¿habéis sentido comprometida la viabilidad del sector?
Creo que la viabilidad del sector no la hemos visto comprometida. Sí que ha habido muchos retos, como las horas trabajadas, incertidumbre, trámites de ERTES o prestaciones de desempleo sin saber si está bien, ya que no se examinaron su aplicación práctica. Sin embargo, creo que el mayor reto no es lo que hemos pasado, sino lo que viene.
El mayor reto en los próximos años: tendremos que echarnos encima mucha parte del trabajo de la Administración a través de nuestros despachos, con la incertidumbre de no saber si realizaremos la gestión de forma correcta.
Dicho esto, creo que el sector va a crecer, aunque haya muchos compañeros que han acabado cansados en la pandemia, dejando a manos su trabajo a nuevas generaciones, tenemos que transformar notablemente nuestros despachos a un lugar más consultor, ya que mucha demanda de nuestros clientes era consultoría y asesoría en cuanto a la toma de decisiones, como por ejemplo, qué tipo de ERTE aplicar, todo esto con el objetivo tener mayor viabilidad.
Habéis sido una parte fundamental por la gran cantidad de prestaciones que habéis tenido que gestionar. ¿Cómo afrontasteis digitalmente este aumento del volumen de trabajo, que además no era presencial?
Lo afrontamos como pudimos. No estábamos preparados para abordar tanta cantidad de tramitación telemática, al igual que la Administración, lo que nos llevaba a que estuviésemos hasta altas horas de la madrugada intentando realizar tramitación telemática era el colapso para realizar las tramitaciones que se daban en momentos dados, junto a la obligación realizarlo en unos plazos, con el fin que los trabajadores cobrasen sus prestaciones de desempleo, siendo ese principal objetivo de las empresas.
Personalmente, al igual que el resto del colectivo, no estamos especialmente satisfechos con el volumen de negocio que la Administración nos obligó a gestionar, con una incertidumbre y un volumen sin ni siquiera preguntarnos cómo se aplicaban ciertas cosas, cómo se podía hacer mejor o cómo se podía ahorrar burocracia telemática. Lo que nos viene en esta oleada de tramitaciones telemáticas es la nueva burocracia, lo que conlleva mayor carga de trabajo y tiempo para mi despacho, y si los clientes son los mismos, cuesta más tiempo de trabajo, lo que se traduce en que yo trabaje más o que contrate a más personas con el mismo sueldo. Varias asesorías han tenido que contratar personal sin experiencia, transformar a algún compañero para hacer esa adaptación telemática, o trabajar horas de más.
¿Las ayudas que se han otorgado tanto a nivel nacional como local a los diferentes sectores han llegado a tiempo? ¿Ha habido unos sectores más beneficiados que otros? ¿Y las próximas ayudas provenientes de la Unión Europea?
Otra vez depende mucho del punto de vista. Personalmente, algunas ayudas se han pagado tarde, lo que quiere decir que, los negocios que cerraban pero tenían que seguir haciendo pagos, por lo tanto para ellos las ayudas llegaron tarde. A nivel de Unión Europea, en principio, van llegando algunas ayudas, pero lo que se espera es que lleguen más ayudas a todos los niveles en los próximos años, las ayudas de la recuperación económica. Ahora mismo, se centra en qué vamos a hacer con el dinero de la Unión Europea que llegue a España para llevar a cabo esta recuperación económica.
Los sectores en los que se ha concentrado más ayudas son en el sector comercio, turismo, hostelería, que son los más afectados, los que tuvieron que parar. También, en Asturias, se dan unas circunstancias en las que hay subvenciones para el turismo, hostelería y sector cultural, entre otras.
El problema es que hay un dinero que se acaba, y tú tienes que elegir cómo tramitar las ayudas a tus empresas.
Puede ser que nosotros tramitemos rápidamente dando las ayudas y que haya empresas del mismo despacho que tengan ayuda y otras que no, por el hecho de haberse presentado primero, y no por cumplimiento de requisitos. Esto es un problema añadido tanto para el cliente, porque no recibe ayuda, como para nosotros, ya que somos los que tenemos que decir al cliente, que para nosotros son todos iguales, que su ayuda no llega porque se presentó antes o después.
La nueva Ley de Creación y Crecimiento Empresarial contempla la simplificación de los trámites para constituir una empresa ¿Cómo crees que afectará al tejido productivo empresarial local?
Hay que analizar un poco el contexto en el que nos movemos. La cuestión de las empresas o de los emprendedores muchas veces no es el hecho de darse de alta, que también, porque si puedo crear la empresa en tres días que en quince, mejor.
A la hora de crear empresas, cuanta menos burocracia y trabas de tramitación diaria haya, mejor. El problema va más allá, el quid de la cuestión está en la supervivencia de la empresa.
La propia cultura emprendedora de alguna manera impulsa y crea un nuevo emprendimiento, sobre todo los primeros años, quizás ahora un poco menos porque la gente ha visto que es difícil emprender como antes. Creo que la ley está bien, simplificar los trámites es ideal y va a ayudarnos. Que se pueda crear una empresa con carga económica de menos de 3000 euros puede incentivar a hacerlo. No obstante, creo que lo principal es encontrar la manera de incentivar la cultura emprendedora, porque para montar tu negocio, hay que saber venderlo. Da igual que el negocio se monte rápido o con poco dinero, al final, lo importante es saber venderlo y moverte para hacerlo. Hay una parte de la ley que habla de cómo impulsar el crecimiento de las empresas. La cultura de empresa es muchas veces no asociarse. Muchas empresas para crecer e internacionalizarse se asocian. En España, en Asturias, esa asociación va más lenta que en otros países. Por eso creo que esta ley es buena, pero es un parche más.
Teniendo en cuenta la importancia del contacto directo con los clientes en tu sector ¿consideras viable la implantación del teletrabajo? ¿Quizá a través de una fórmula híbrida?
La considero viable porque ya antiguamente nosotros seguíamos un modelo híbrido, teletrabajo y presencialidad. Es la forma de seguir teniendo contacto presencial, porque no es lo mismo que estar hablando con alguien a través de una pantalla, no son las mismas sensaciones.
Creo que el trabajo telemático ha venido para quedarse, es una buena solución en muchos casos, puede ayudar a complementar de mejor manera la vida laboral con la familia y el ocio.
Ahora mismo, estoy solo en el despacho y dos compañeros teletrabajando, llevo a clientes que acudan al despacho presencialmente y ellos están en casa realizando labores que requieren más nivel de concentración, pues presencialmente es fácil distraerse con llegadas de clientes y llamadas. Por tanto, creo que es una buena herramienta el teletrabajo, siempre y cuando se sepa gestionar bien.
La pandemia ha puesto en valor la prevención de riesgos laborales, ¿crees que las empresas lo perciben así también? ¿Cómo valoras la labor de formación y difusión de la prevención en los diferentes sectores de actividad en los que operan tus empresas?
La pandemia ha disparado la prevención por la facilidad de la transmisión de un virus, por tanto, la prevención se ha puesto en valor, sobre todo, con respecto a la higiene. Creo que es algo que durará un tiempo y, en el caso de desaparecer el COVID, seguramente en unos años habremos olvidado esto y el valor de la prevención volverá a unos términos más normales, algunos lo cumplirán, y otros no.
Lo que más valoro del servicio recibido es la cercanía.
El poder llamar a la mutua y tener a alguien detrás es una cosa que con la Administración era muy difícil. Las mutuas en general y Fraternidad-Muprespa en especial tuvieron una agilidad de tramitación y generación de respuesta que nosotros como profesionales valoramos mucho, porque los clientes hoy en día quieren todo inmediatamente, y a veces, es difícil, porque tengo que hacer gestiones que implican otras.