
Día Mundial del Clima ¿tiene el planeta algo que celebrar?
El 26 de marzo se conmemora el Día Mundial del Clima para generar conciencia y sensibilizar a la sociedad mundial sobre la importancia e influencia del clima, así como el impacto del cambio climático sobre el nuestra vida, de manera que alcancemos el Objetivo de Desarrollo Sostenible ‘Agua y saneamiento para todos’ (ODS13), antes de 2030.
Hablamos de clima cuando nos referimos a las condiciones que son habituales en un lugar determinado. El tiempo puede cambiar con una relativa rapidez: a una mañana fría y soleada puede sucederle, en cuestión de horas, una tarde lluviosa y suave. El clima, sin embargo, suele ser menos variable.
El cambio del clima adquiere rasgos específicos en diferentes zonas del planeta. En el territorio español se ha observado un alargamiento de los veranos, estimado por AEMET, en casi cinco semanas desde los años 70; la disminución de los caudales medios de los ríos, en algunos casos más del 20% en las últimas décadas; la expansión del clima de tipo semiárido, con más de 30.000 km2 de nuevos territorios semiáridos en unas pocas décadas y el incremento de las olas de calor, cada vez más frecuentes, más largas y más intensas.
El cambio climático ya es una realidad que se expresa en todo el planeta a través del ascenso de las temperaturas medias, la subida del nivel del mar, el deshielo en el Ártico o el aumento de los eventos extremos. Afecta a las sociedades humanas porque cambia los escenarios de actividades económicas como la agricultura, la silvicultura o el turismo, y a la propia salud humana, amenazada por olas de calor y nuevas enfermedades.
El cambio del clima provoca cambios diversos en los sistemas naturales: si tienen oportunidad, las especies silvestres se desplazan buscando las condiciones climáticas a las que se encuentran adaptadas; también pueden cambiar sus ritmos vitales para tratar de ajustarse a los cambios ocurridos en las estaciones. Como resultado, pueden producirse desajustes y desequilibrios ecológicos.
En 1992 países de todo el mundo adoptaron un gran acuerdo con el objetivo de “evitar interferencias peligrosas en el sistema climático” en la denominada “Convención Marco de Nacionales Unidas sobre Cambio Climático”. Las decisiones relativas a la Convención se toman en las “Conferencias de las Partes”, más conocidas por sus siglas en inglés, COPs.
Las COPs, máxima autoridad del tratado, se han ido numerando de forma correlativa. La primera se celebró en 1995 en Berlín y, desde entonces, se han organizado casi siempre con una periodicidad anual... hasta llegar a la COP25 presidida por Chile pero celebrada en Madrid.
La COP21, celebrada en París en 2015, marcó un hito ya que en ella se alcanzó un gran acuerdo, centrado en tres grandes objetivos:
- Mantener el aumento global de la temperatura por debajo de los 2°C, prosiguiendo los esfuerzos para limitarlo únicamente a 1,5°C.
- Aumentar la capacidad de adaptación a los efectos adversos del cambio climático, promoviendo un desarrollo con bajas emisiones de gases de efecto invernadero.
- Orientar los flujos financieros para lograr un desarrollo resiliente al clima y de bajas emisiones.
El cuidado del medioambiente y el género
Marzo es el mes de la igualdad. En 2020 el Instituto de la Mujer publicó el informe “Género y Cambio Climático” e hizo un diagnóstico de la situación, que mostró cómo las causas y efectos del cambio climático afectan de forma diferente a mujeres y hombres. También realizó un análisis con perspectiva de género de las políticas climáticas implementadas hasta el momento, en el ámbito internacional y comunitario y de forma más reciente, en el ámbito nacional y autonómico.
¿Cómo entiende y conciencia sobre el cuidado del cima Fraternidad-Muprespa?
En 2016 la Mutua comenzó a verificar su Huella de Carbono, lo que implicó realizar un plan de medidas de corrección y reducción de nuestras emisiones, que permitió obtener el sello Calculo y Reduzco del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico. Además se ha elaborado un Plan de Reducción de Emisiones que incluye varias medidas a corto, medio y largo plazo, como cambios en los sistemas de iluminación, uso de sistemas de telegestión y telemedida, sustitución de diferentes equipos de climatización y baja de vehículos que funcionan con combustibles fósiles.