8 de marzo, Día Internacional de la Mujer: nos debemos igualdad
El 8M es ya por excelencia el día de la reivindicación de las mujeres por la igualdad. Equidad en derechos, en salarios, en representatividad… en muchos aspectos sociales, económicos o laborales. La intensidad de este movimiento y la fuerza de esta fecha han motivado que organizaciones de todo signo y condición pongan su particular foco en trasladar al conjunto de la sociedad todo aquello que hacen en pro de la igualdad o llamando la atención sobre lo que es necesario acometer o mejorar.
Como sociedad no podemos permitirnos desigualdades e injusticias. En nuestro país no estamos exentos de situaciones de desigualdad que motivan tener que continuar con la reivindicación. El Ministerio de Igualdad ha elaborado por ello una campaña bajo el lema “In Spain we call it igualdad”, inspirado en una canción de Rigoberta Bandini y que apela “al feminismo como algo que hace la vida mejor para la mayoría de la población”, según se especifica desde la entidad.
A dicha campaña se adhiere Fraternidad-Muprespa, dado que comparte los valores que expone y difunde el Ministerio. La fecha se convierte además en emblemática para la Mutua Colaboradora con la Seguridad Social ya que es el día en que se ha firmado su IV Plan Igualdad.
La principal novedad en este IV Plan es la inclusión del apartado “Resultados de la auditoría retributiva” que, con la nueva normativa debe formar parte del plan de igualdad de todas las empresas. Los dos objetivos de la auditoría salarial son respetar el principio de transparencia retributiva y garantizar la igualdad retributiva por trabajo de igual valor. Otros elementos adicionales de análisis consisten en comparar la situación actual (a fecha 31 de diciembre de 2020) con la del diagnóstico inicial del año 2008.
Además continúa la programación de acciones formativas de sensibilización en igualdad a toda la plantilla o la realización de una evaluación con perspectiva de género de competencias digitales, entre otras.
Por su parte la Organización de Naciones Unidas tiene como lema este año “Igualdad de género hoy para un mañana sostenible”. Es evidente su conexión con el ODS 5, que se fija en que
La igualdad de género no solo es un derecho humano fundamental, sino que es uno de los fundamentos esenciales para construir un mundo pacífico, próspero y sostenible.
Donde hay pobreza, las mujeres son quienes más la sufren, concretamente, y según cifras de la propia ONU, el 70% de los 1.300 millones de personas que viven en condiciones de pobreza son mujeres. En las áreas urbanas, el 40% de los hogares más pobres están encabezados por mujeres. El cambio climático también afecta especialmente a mujeres y niñas, ya que constituyen el 80% de quienes se desplazan por desastres y cambios relacionados con el clima.
Aunque trabajan la tierra, no la poseen: solo son dueñas del 10% del terreno, pero entre el 50% y el 80% de la producción mundial de alimentos recae en las mujeres. No se puede obviar la creciente violencia de género, el aumento de los matrimonios infantiles y el empeoramiento de la salud sexual y reproductiva. Y si nos remitimos a lo que vemos en cientos de imágenes en estos días, las mujeres se están convirtiendo en único sostén de miles de familias convertidas recientemente en refugiadas, en cuidadoras exclusivas, en medio de una situación de guerra.
Una fecha fundamental en el calendario anual, de necesaria reivindicación y especialmente dedicada al cumplimiento del artículo 1 de la Declaración de los Derechos Humanos, según el cual
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.