Carlos Macho Mishal: “En la Mutua todos estamos para el mutualista”.
Dicen quienes conocen a este canario de pro que no hay obstáculo suficientemente grande que lo pare. Afable y de buen trato, se licenció en Derecho por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y pronto se curtió en mil batallas, manifestando su clara vocación de servicio en grandes compañías del sector asegurador, como Mutua General de Seguros y GES, hasta su incorporación a Fraternidad-Muprespa en 1998. En estos días de crisis originada por la pandemia del COVID19 y en plena fase finalizada ya la fase de desescalada, charlamos con él sobre las cuestiones que le ocupan su quehacer diario.
¿Cuáles son las principales novedades que ha originado la actual crisis en la gestión habitual de la Mutua? Son muchas y variadas. En estos casi tres 8 meses de pandemia hemos salido de la zona de confort muchas veces y nos hemos tenido que enfrentar a muchas novedades e incertidumbres; unas impuestas por el día a día y el devenir de los acontecimientos, y otras por prestaciones novedosas que el Ministerio nos ha encomendado, como el cese extraordinario de actividad de los trabajadores autónomos. Tras la declaración del estado de alarma, muchos autónomos se han visto abocados a un cierre de su negocio o a una reducción de ingresos, siendo las mutuas las responsables del abono de la prestación por dicha situación de cese o reducción de ingresos, y precisamente ha sido la tramitación de todas las solicitudes, casi 2.000 en mi provincia, lo que nos ocupó de lleno durante varios meses sin poder dejar de lado el día a día del resto de prestaciones y gestiones de seguridad social encomendadas a las Mutuas. Y además, otro frente que tenemos abierto es la gestión de las bajas por COVID19 que, siendo bajas por enfermedad común, se abonan como bajas por accidente de trabajo, parece que han venido para quedarse pues aunque en principio delimitadas por su media de duración de días muchas de ellas siguen en situación de baja (causas diversas que contribuyen a ello); además en nuestra tierra ha aumentado el número de procesos de CC en más del 30% y su duración media si ya era muy alta en estas tierras ahora lo es aún más…Y ello sin olvidar que seguimos atendiendo los accidentes de trabajo y EP con unas restricciones y medidas de seguridad precisas además como sus prestaciones con menos personal presencial porque tenemos compañeros en teletrabajo que hacen que cambie el modelo de gestión interna y la externa con el cliente.
¿De qué modo se ha visto afectado el funcionamiento normal del centro? Al ser la nuestra una actividad esencial, no hemos cerrado el centro principal de Las Palmas de G.C en ningún momento de la pandemia (también nos ha acompañado la suerte en la ausencia de contagios o enfermedades de compañeros/a) no fue lo mismo en Lanzarote donde tuvimos que cerrar algunos meses durante la primera ola de la pandemia. Lo que hemos hecho es proteger a nuestros empleados habilitando el teletrabajo para prácticamente todo el personal administrativo, que se fue reduciendo a partir de junio de una manera lenta, gradual y segura, y estableciendo turnos rotatorios en el personal administrativo y turnos ya normales al 100% de presencia en los servicios del equipo asistencial, médicos, traumatólogo, fisioterapeutas y enfermeras. Su actividad ha sido menor durante la primera ola de la pandemia porque menor fue la actividad general, aunque siguieron acudiendo pacientes tanto en urgencias como por las citas posteriores. Y siempre, preservando su seguridad y la de todos nuestros empleados implementando todas las medidas que se nos ha ido encomendando desde nuestro SPP, así como velando por la calidad de nuestro servicio. Actualmente y estando inmersos en la segunda ola de la pandemia estamos trabajando con normal horario de apertura y servicios si bien manteniendo siempre día a día las cuestiones de seguridad del centro tanto internas como externas.
¿Qué mensaje transmitirías al empresario mutualista y a sus trabajadores? Un mensaje de tranquilidad, es una palabra complicada hoy en día porque hay muchas preguntas y pocas respuestas, estamos en un momento de mucha incertidumbre y la incertidumbre genera desasosiego, pero es el mensaje: tranquilidad, Fraternidad-Muprespa sigue prestando servicio, con los ajustes de seguridad pertinentes (aforo limitado, tramites telemáticos en prestaciones en la medida de lo posible) prestando atención médica y de fisioterapia necesaria, y atendiendo el pago de las prestaciones con toda la normalidad que podemos a pesar de esta crisis.
¿Y para los asesores? Tengo el mismo mensaje de tranquilidad y serenidad para los asesores, que están sufriendo mucho debido a la enorme carga de trabajo debido a los ERTE y para atender a sus autónomos y que éstos puedan cobrar sus prestaciones. Tampoco nos olvidamos de gestionar con el celo necesario el resto de prestaciones para con todas sus empresas asociadas. A veces no tenemos todas las respuestas, pero estamos trabajando duro para que nuestros mutualistas y asesores no queden desprotegidos en ningún momento. La abundancia de noticias de todo tipo y de todas las fuentes, políticas, instituciones públicas, ministerios, etc., dirigida a los empresarios y a los trabajadores no ha conseguido aclarar las dudas que se han generado, y las mutuas del sector hemos tenido que interpretar la normativa y consultado a las DIGOSS cuantas veces fue preciso para poder trasladar a los asesores lo más rápido posible todas esas medidas adoptadas. Ahora nos encontramos con el RD 30/2020 en donde volvemos a la carga con el pago del cese de actividad (ordinario y extraordinario) de los autónomos en diversas modalidades y surgirán nuevamente muchas y variadas preguntas pero nuestra máxima ha sido pagar pronto a todos los autónomos, preservando la seguridad y con el celo exigible a quien maneja fondos públicos y haciendo más sencillo y amable el trámite telemático con nuestra Oficina Digital. Nos tienen a su disposición en el centro, en la web, en nuestros teléfonos y correos electrónicos. Porque la vocación de servicio está en nuestro ADN.