Jornada en Asturias sobre la salud laboral de las mujeres, con presencia de Fraternidad-Muprespa
Fraternidad Muprespa ha estado presente este martes, 28 de mayo, en la jornada "Visibilizando la salud laboral de las mujeres", organizada por el Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales, IAPRL, y la Asociación RAMAL Asturias (Red de Apoyo a Mujeres en el Ámbito Laboral), en la que también colabora el Instituto Asturiano de la Mujer.
El Real Instituto de Estudios Asturianos, RIDEA, fue el escenario de este encuentro que se celebró con motivo del Día Internacional de Acción para la Salud de las Mujeres.
Ana Fernández Castro, directora de la Delegación de Fraternidad-Muprespa en Gijón y presidenta de la Asociación Ramal, inauguró la jornada junto a Borja Sánchez, consejero de Ciencia, Empresas, Formación y Empleo del Gobierno del Principado y presidente del Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales.
Fernández Castro explicó que Ramal nació con el compromiso de conseguir "una igualdad real favoreciendo el desarrollo profesional de mujeres con menos oportunidades”. En concreto, se encargan de asesorar a mujeres en riesgo de exclusión, mayores o jóvenes tituladas, entre otras. Porque es una realidad, añadió, “que la presión constante a la que estamos sometidas las mujeres nos hace sufrir riesgos psicosociales más elevados que los hombres”.
Por su parte el consejero destacó que "queda mucho por hacer y que son necesarias políticas transversales de salud laboral". También explicó que "es labor de todos consolidar los avances en materia de prevención de riesgos laborales de la mujer. Jornadas como esta son importantes por la necesaria implicación para llevar a cabo las políticas de acceso a la salud y equidad".
Natalia Fdez. Laviada, subdirectora General de Prevención, Calidad y Comunicación, participó con la ponencia "Mujer, Trabajo y Salud" en la cual defendió la necesidad de consolidar socialmente el debate sobre la salud de las mujeres. “Y esta necesidad se deriva de varias causas: porque es de justicia social, porque así lo dice la ley, por las diferencias biológicas entre hombres y mujeres y por las diferencias sociales derivadas del género”, explicó, si bien, el convencimiento, la formación y la cultura es la base de todo. Hablo asimismo de segregaciones en trabajos feminizados “con cara de mujer”, de peores condiciones laborales o división ‘sexual’ de trabajo, origen de más situaciones de estrés, de violencia, mayor vulnerabilidad ante el acoso, o más probabilidad de sufrir adicciones.
“La incorporación de la población femenina al mercado laboral ha ocasionado la diversificación de su papel en la sociedad actual. Las condiciones en que viven las mujeres en el mundo mejorarán cuando haya más mujeres poderosas desempeñando cargos de responsabilidad y dando, consecuentemente, soluciones poderosas”, concluyó.
Por su parte Miryam Hernández, directora del Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales, aseguró que el dato de que los hombres sufren más siniestros en el trabajo "está sesgado, porque la mayoría ocurren en sectores masculinizados como la industria o la construcción, pero en el sector servicios, más feminizado, hay un grandísimo número de accidentes laborales derivados de trastornos musculoesqueléticos”, por lo que reclamó "más trabajo por parte de todos los agentes implicados”.
