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Con esta información, aun sujeta a variacio- nes, se puede hacer alguna estimación aproxi- mada. Así, en 2016 el índice de incidencia del total de accidentes con baja en jornada labo- ral, supuso 3.302 accidentes por cada cien mil trabajadores.
Comparando con 2015, el índice de incidencia ha aumentado el 3,5%. Según esta misma in- formación de avance, la mortalidad la-
boral disminuyó en 2016 más del 8%
con respecto al año 2015.
Han pasado más de veinte años de la promulgación de la Ley de Preven- ción de Riesgos Laborales, ¿sería el momento de consensuar modiica- ciones, dada la evolución de entor- nos y puestos de trabajo?
La Ley de Prevención de Riesgos Labo- rales supuso un cambio muy importan-
te en el enfoque de la prevención y gra- cias al esfuerzo de todos los implicados
en la misma se han conseguido logros importantes, tales como disponer de un marco reglamentario, la mejora de las aportaciones de las instituciones con el apoyo de los agentes sociales, la mejo-
ra de las actuaciones previstas por parte
de las empresas y de consulta, informa- ción y formación de los trabajadores, la reducción de la siniestralidad laboral y la preparación de profesionales dedicados
a la prevención bajo el nuevo marco jurídico.
Pero todavía quedan retos por conseguir, un ejemplo de ello es la integración de la preven- ción en la actividad empresarial. Aunque mu- chas empresas han conseguido compatibili- zar la integración de la prevención, mejorando su competitividad, todavía nos encontramos con empresas, sobre todo las pymes, donde esta integración se lleva a cabo más como respuesta al cumplimiento legal que como una integración sistemática en el sistema de gestión de la empresa, asumida de una mane- ra natural, generando cultura preventiva.
Otros aspectos en los que hay que incidir son la mejora del cumplimiento de la legis- lación en materia de prevención de riesgos
laborales, sobre todo en las pequeñas empre- sas y la incidencia de los riesgos psicosocia- les, especialmente la prevención del estrés. Otras líneas prioritarias deben ser la preven- ción de las enfermedades profesionales y los trastornos musculoesqueléticos, sin olvidar los riesgos emergentes consecuencia de la utilización de las nuevas tecnologías y el en- vejecimiento la población laboral.
Dolores Limón Tamés
Directora del INSHT
¿Cuál es su opinión respecto a las nue- vas prácticas preventivas de empresas saludables?
Mi opinión sobre esas prácticas no puede ser más que muy favorable. En los últimos años el concepto de un entorno de trabajo saluda- ble ha ido evolucionado, y hoy las empresas más competitivas del mundo tienen integra- dos en sus sistemas de gestión la promoción de la salud en el trabajo, incorporando un con- cepto global de bienestar.
Nuestra apuesta por esa iniciativa se puso de maniiesto en la Estrategia Española de Se- guridad y Salud en el Trabajo 2015-2020 que plantea, en su objetivo 3, de forma especíica, la promoción de la salud mediante líneas de
V Premios Escolástico Zaldívar
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