El estrés en el trabajo no proviene únicamente de los factores físicos, como la temperatura, la carga de trabajo o el tipo de tarea, o de los factores organizacionales inmediatos, como un estilo de liderazgo o un clima de equipo; con frecuencia proviene principalmente de factores organizacionales laborales y sociales muy globales.
La respuesta de estrés laboral no depende exclusivamente del deterioro directo de las condiciones de trabajo, entendidas en su globalidad, sino que es también resultado de los problemas globales que el trabajador percibe en su contexto laboral y el marco económico y social que lo engloba y lo determina.
Por ello, la Salud Laboral no depende exclusivamente de las organizaciones o de los trabajadores, sino de toda la sociedad y de la situación económica global en la que se está inmerso. Objetivo de este trabajo es entrelazar ambos fenómenos estrechamente coligados.