Según la encuesta ESEMED-España, el 19,5% de personas presentan un trastorno mental a lo largo de su vida. En el análisis llevado a cabo en el Plan Estratégico 2014-2016 de CIBERSAM (Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental) se concluye que las enfermedades mentales en España suponen la segunda causa de baja laboral.
El objetivo de esta guía es ofrecer estrategias a las organizaciones para que puedan minimizar el riesgo psicosocial de sus trabajadores y gestionar la enfermedad mental en el ámbito laboral.
Estas estrategias se han clasificado en las diferentes fases de abordaje:
Prevención primaria: Está orientada hacia los factores de riesgo psicosocial que ayudarán a prevenir también la salud mental de los trabajadores. Las diferentes actuaciones de prevención primaria se presentan en dos grandes categorías:
- Organización del trabajo: actuación sobre todos aquellos aspectos organizacionales que puedan incidir en los factores de riesgo psicosocial y en la enfermedad mental.
- Empresa saludable: actuación sobre todos aquellos aspectos que desde el ámbito laboral promocionan hábitos de vida saludable, más allá de los aspectos organizacionales
Detección: Se hace referencia a diferentes elementos de detección en el entorno laboral:
- Dado que las evaluaciones de riesgos psicosociales son ya una realidad consolidada en nuestro entorno laboral, pueden ser una herramienta que permita a las empresas mejorar las condiciones de seguridad y salud laboral de los trabajadores en general pero especialmente de trabajadores con problemas de salud mental. La presente guía expone una lista no exhaustiva de diferentes metodologías de evaluación de riesgos e incluye una breve explicación de cada uno de ellos.
- La vigilancia de la salud es el cauce natural para detectar posibles trastornos mentales en el entorno laboral. Para ello, se exponen las diferentes herramientas disponibles en la propia vigilancia de la salud: entrevistas, cuestionarios, exploración clínica.
- Existen también algunos indicadores o signos de alarma de posibles trastornos mentales que pueden ser percibidos si se realizan observaciones del comportamiento. Para asegurarse de que se utiliza toda la información disponible en la empresa, es preciso combinar las diferentes herramientas de detección. Además, no hay que confundir dichas herramientas con un diagnóstico del trastorno mental.
Intervención: Finalmente, se presentan las posibles actuaciones de INTERVENCIÓN abordables desde el entorno laboral cuando se detecta, a través de algunos de los mecanismos anteriormente expuestos, que algún trabajador padece un trastorno mental. Las diferentes actuaciones van encaminadas principalmente a la adaptación del puesto siempre que sea posible, o, en su defecto, a la reubicación del trabajador.
Contempla, así mismo, la intervención dese la vigilancia de la salud y la posible derivación al sistema nacional de salud. La etapa de intervención contempla también la reincorporación tras una baja prolongada y el seguimiento correspondiente.
El objetivo final es ayudar a las empresas a poder gestionar de la mejor forma posible la presencia de trabajadores con trastornos mentales desde la óptica de la psicosociología y garantizar así la seguridad y salud de los mismos, así como del resto de trabajadores.