La Prevención de los Riesgos Laborales desde Roma hasta la España actual

- CONCLUSIONES 305 Estado, lo que abunda aun más, en planteamiento recogido en el punto 2.4 de estas conclusiones, referido a la cualificación de los recursos técnicos. 4. Observaciones finales: Del estudio pormenorizado llevado a cabo en el presente trabajo se desprende, que la situación en la que hoy se encuentra, la Prevención de los Riesgos Laborales en general, es el resultado de una evolución en el tiempo, que ha alcanzado unos resultados muy positivos, en grandes áreas del planeta, particularmente a partir de la fundación de la OIT, en el año 1919 y más tarde de la OMS, que comenzó su andadura en el año 1948, a partir de lo cual, se han seguido creando otros muchos organismos, de carácter público y privado, que han tenido una enorme repercusión y relevancia en este campo y a los que se ha hecho referencia, en distintos puntos del presente trabajo. Todo ello ha provocado, que hoy en día se cuente, tanto con un importante núcleo de estudios y referencias normativas, que abarcan todos los campos, relacionados con los aspectos Preventivo-Laborales, como de foros e Instituciones destinadas a articularlo. No obstante, el carácter de voluntariedad, que para los Estados tiene la asunción de las directrices, marcadas por estos organismos, hace que existan grandes diferencias entre los países, que son difíciles de eliminar, particularmente entre los desarrollados y los menos desarrollados, que tienen que ver, tanto con los sistemas de gobierno, como con la voluntad política de sus los regidores, así como con la influencia de los mercados y con los efectos no deseados de una economía global, en la que nos encontramos inmersos. En todo este contexto y en lo que se refiere a nuestro país, puede afirmarse, que España cuenta con un marco Preventivo-Laboral, homologable al resto de los países desarrollados, y perfectamente dotado, de los instrumentos legales necesarios, así como de buen número de profesionales acreditados. Sin embargo, en el mejor de los casos podría decirse, que los resultados obtenidos por nuestro sistema, tradicionalmente, no han sido todo lo positivos que cabría esperar, en cuanto a la reducción de la siniestralidad laboral se refiere, máxime, si se realiza una comparativa, con el resto de los países europeos, lo que solo puede deberse, a deficiencias operativas, de los mecanismos que deberían hacer posible, una implantación satisfactoria, por lo que parece que es, en este terreno, sobre el que deberían llevarse a

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