La Prevención de los Riesgos Laborales desde Roma hasta la España actual

- CONCLUSIONES 302 establecimiento de controles, sobre el cumplimiento real, en la práctica, de los objetivos a los que se dirigen. Por lo tanto, la idea de considerar la asignación de estos recursos, solo como un ― gasto ‖ obligado, además de constituir un planteamiento erróneo, entre otros muchos aspectos, daña la ― Cultura Preventiva ‖, disminuye la eficacia de las medidas a aplicar, lo que pone en riesgo, tanto la seguridad de los trabajadores, como la estabilidad jurídica de la empresa y de sus dirigentes, incide negativamente en la cuenta de resultados y en definitiva, merma la credibilidad de la empresa y del gestor. 3.3. Sobre el afrontamiento Institucional de los mecanismos de gestión: Tal como ya ha quedado recogido con anterioridad, tanto dentro del entorno de la Unión Europea, como en el de nuestro país, se han desarrollado multitud de proyectos, planes, programas y estrategias, en los que ha estado particularmente presente, la necesidad de la mejora de la ― Gestión Preventiva ‖ . A todo ello se le ha dedicado un análisis pormenorizado, en los capítulos 5, 6, 7, 9, 11 y 12. Por esta razón y a la vista de los resultados obtenidos, parece que sería necesario que, los poderes públicos, afrontasen las iniciativas en el terreno Preventivo-Laboral sobre ― Criterios de Gestión ‖, para lo cual, sería aconsejable que, desde la Administración, se asumiera el diseño y puesta en práctica de las políticas preventivas, tomando como referencia, los mecanismos recogidos en la Norma ILO-OSH 2001 de la OIT, la única pensada para su aplicación, tanto en el ámbito nacional, como en el de las diferentes organizaciones. Todo ello, al margen de que cada empresa o entidad privada, pudiera continuar adoptando el sistema de gestión, que considera más apropiado, dado que ambos aspectos no son incompatibles. 3.4. Sobre los procedimientos de seguimiento y evaluación de la Gestión Preventiva: Tal como ha quedado recogido en el capítulo 13, en el plano técnico, existen aspectos que precisan ser adaptados, a las necesidades del control de la gestión, con objeto de poder contar con instrumentos y datos más uniformes, que permitan obtener una visión más ajustada a la realidad, de manera que, tanto la definición de las medidas de mejora, como la planificación de objetivos, se realicen sobre unas bases, lo más cercanas posibles, al verdadero poder de acción del gestor. Este es el argumento principal, por el

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