La Prevención de los Riesgos Laborales desde Roma hasta la España actual

- CONCLUSIONES 290 nueva visón del entorno Preventivo-Laboral y después, de articular su tratamiento. Asimismo, en el terreno de los compromisos internacionales y tal como se ha analizado en profundidad en el capítulo 4, durante este periodo, nuestro país ha ido asumiendo un conjunto de compromisos, tanto con la OIT o la OMS, como con el entrono europeo, en el que nos encontramos integrados. No obstante, este recorrido se ha llevado a cabo, a través de distintas fases muy diferenciadas, y ha estado condicionado, por las especiales circunstancias de nuestro devenir histórico y por las múltiples coyunturas políticas que lo han acompañado, lo que provocó que, en muchas ocasiones, su implantación social fuera más formal que real. Así, diversas circunstancias llevaron a que, la integración en el ámbito laboral, salvo en ciertos sectores de especial riesgo y en otros casos puntuales, aunque de posible relevancia, no fuese todo lo extensa que sería deseable, por lo que, a pesar del esfuerzo constructivo de los Órganos reguladores, la actividad preventiva fue derivando fundamentalmente, en muchos casos y salvo en actividades industriales específicas, hacia actuaciones, que podrían denominarse " a demanda ". Una prueba de ello, podría extraerse del hecho de que, en tanto nuestro país, tal como ha quedado recogido en el punto 2.1 del capítulo 4, se ha encontrado a la cabeza y en posición muy destacada respecto al resto de los países, en cuanto al número de convenios de la OIT ratificados, nuestras cifras de siniestralidad laboral, han estado siempre y continúan estando, muy por encima de la media europea, es más, durante muchos años, hemos encabezado los niveles estadísticos de siniestralidad, en este entorno, como se desprende de los contenidos del punto 2.7.1 del capítulo 13, situación que continua hoy presente, pese a haber realizado un enorme esfuerzo normativo. 2. Sobre el actual marco Preventivo-Laboral de nuestro país: La antesala del periodo en el que hoy nos encontramos, que comienza con la promulgación de la Constitución Española del año 1978, que recoge en su artículo 40.2 el mandato de ―…velar por la Seguridad y la Higiene en el Trabajo… ‖, fue el soporte de nuestra posterior incorporación a un ámbito, como el europeo. No obstante, nuestro país ya contaba con unas estructuras muy desarrolladas, que fueron evolucionando a lo largo de los años previos al periodo constitucional, a las que, por su importancia, se les ha dedicado el capítulo 3. Así, al inicio de esta nueva etapa, que comienza en el año 1996,

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