La Prevención de los Riesgos Laborales desde Roma hasta la España actual

13.ANÁLISIS SOBRE LA " GESTIÓN PREVENTIVA " DE LOS RIESGOS LABORALES 117 El error de esta argumentación radica, en que, si bien es verdad que la Prevención de los Riesgos Laborales no es, en la mayoría de los casos, la actividad productiva de la empresa, no es cierto que sea una actividad ajena, complementaria o al margen de la productividad, sino que debe estar integrada en la actividad principal, y así queda recogido en la legislación vigente, por lo que no debería llevarse a cabo el proceso productivo, sin tener en consideración, al mismo tiempo, los ― Criterios Preventivos ‖. Por esta razón, el planteamiento anterior no sólo no es válido, sino que los recursos que se pongan a disposición de la actividad preventiva, deben tener la misma consideración, que los dedicados al conjunto de la actividad productiva. Por otra parte, la ― Prevención de los Riesgos ‖, dado que está íntimamente unida a la ― Calidad de la Gestión ‖, en ningún caso debe estar condicionada por la productividad, por lo que no sólo no es un obstáculo, sino que se configura como un factor de mejora y de valor añadido. 3. Este tercer ejemplo, se refiere a la posible falta de motivación, para la asignación de recursos a la acción preventiva, basada en la ausencia de unos datos concretos, que puedan someterse a un análisis comparativo, entre los resultados que se hubiesen obtenido, con la puesta a disposición o no estos recursos. Es decir, la falta de motivación se asentaría, en la imposibilidad de poder comparar lo que ha sucedido, con lo que hubiera podido suceder, de no haberse realizado ninguna acción preventiva, dado que no es posible cuantificar las pérdidas evitadas, ni los efectos que pudieran haberse producido, de no haberse llevado a cabo la puesta a disposición estos recursos. La consideración de ― gasto ‖, en este caso, se basa en la falta de una constancia directa, de los posibles beneficios obtenidos. Asimismo, esta afirmación puede tener, además, un soporte supuestamente real y objetivo, dado que existe un número importante de empresas, cuya siniestralidad es baja o nula, a pesar de no realizar acción preventiva alguna, por lo que el no dedicar o el minimizar los recursos dedicados a cubrir los gastos preventivos, podría presentarse como un ahorro en la gestión.