La Prevención de los Riesgos Laborales desde Roma hasta la España actual

9. LAS ACCIONES ESTRATÉGICAS EN P.R.L., DENTRO DEL ENTORNO INTERNACIONAL, CON EL QUE ESPAÑA SE ENCUENTRA DIRECTAMENTE COMPROMETIDA. 590 que tienen un empleo precario, a los trabajadores de más edad y a los trabajadores migrantes, así como a ciertas categorías relacionadas particularmente con las PYME´s. Asimismo se resalta, la mayor incidencia de los riesgos en ciertos sectores, como la construcción y las obras públicas, la agricultura, la pesca, los transportes, la salud y los servicios sociales. Sin embargo, deben señalarse otros componentes positivos, como son, que la Estrategia activó las políticas preventivas a escala nacional y que la coherencia de los argumentos recogidos en su seno, sirvió para incentivar la cooperación, instando a las partes a reflexionar, sobre las formas estratégicas de alcanzar los objetivos, lo que llevó a los Estados miembros, a elaborar Estrategias y Programas de Acción más selectivos. Por otra parte se resalta, el incremento logrado en la sensibilización de la opinión pública en este terreno, apuntando que, la Seguridad y la Salud, debían integrarse en los ― Sistemas de Calidad ‖, como uno de los elementos decisivos de mejora del rendimiento y de la competitividad. Por último cabe destacar, que la forma de afrontar de una manera integral, los aspectos Preventivo-Laborales de esta Estrategia, no sólo se limitó al periodo de su vigencia, sino que fue el comienzo de una nueva dinámica, en la que, la Unión, se ha ido comprometiendo en un conjunto de proyectos, estableciendo una continuidad, a través de las sucesivas Estrategias, que han ido diseñándose posteriormente en este terreno. 1.3.2. La Estrategia Comunitaria de Salud y Seguridad en el Trabajo 2007-2012. Finalizado el periodo de vigencia de la Estrategia 2002-2006, la Comisión afrontó un nuevo proyecto, teniendo presente el compromiso central de la Estrategia de Lisboa, recogido en la reunión del Consejo Europeo, celebrada en el año 2000, en cuanto a que una mayor competitividad, basada en el incremento del empleo y de la productividad, exigía un mayor esfuerzo de las partes en la mejora de los resultados, en materia de Seguridad y Salud en el Trabajo. Asimismo y como no podía ser de otra forma, tuvo presente el proceso iniciado en el año 2002, con la adopción de la primera Estrategia Comunitaria, pero en este caso, no solo se persiguió darle una continuidad, sino que se pretendió ser más ambicioso,

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