Reducir el absentismo, el BENEFICIO para organizaciones y empleados
Fuente: www.isbl.es
Del latín «absentia» derivado del participio absentis, ausente, separado, cualidad de estar lejos. En el ámbito laboral hablamos del incumplimiento por parte del trabajador de la jornada laboral: el número de horas no trabajadas sobre el total de las contratas, y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) lo define como “la situación en la que el trabajador no se presenta en su lugar de trabajo o acude menos horas de lo estipulado” justificando ausencias por vacaciones, enfermedades, bajas médicas o permisos retribuidos por cualquier motivo y de forma injustificada cuando el trabajador no acude y no avisa ni justifica la ausencia.
En cifras
Más de 700.000 personas no acuden a su puesto de trabajo de media cada día (Estudio recogido por epdata.es en el pasado 2019), más de 100 millones de horas de trabajo perdidas en 2018 (según VIII Informe Adecco sobre Absentismo) lo que supuso un impacto del de un 1% en nuestro PIB, o lo que es lo mismo: 71.000 millones de euros al año de pérdida (según la CEOE).
Los números asustan, pero el absentismo laboral no solo supone una disminución de la productividad, sino también supone el aumento de costes para las Organizaciones, directos, relacionados con los salarios de los trabajadores que se ausentan, los costes por sustituirlos, las horas extras etc. y también indirectos, por los costes de sustitución y disminución de la calidad de los productos, etc.
Y no solo es un problema nacional, también europeo, puesto que junto con Suiza, nuestro país es uno de los países con más días de ausencia en el trabajo, 11 por empleado (datos Informe Adecco)
La culpa
El empleado suele culpabilizar a la organización por verse obligado a comportarse así y la organización termina culpabilizando al empleado por su forma de actuar, con lo cual, aumenta el distanciamiento entre las partes, se generan más conflictos y la situación se agrava.
Más a más, provoca tensión entre los miembros del equipo y un aumento del estrés por tener que asumir el trabajo acumulado debido al absentismo mal gestionado, enrareciendo el ambiente de trabajo y provocando un deterioro las relaciones entre los trabajadores, que afecta directamente del clima laboral, a la calidad de los productos y al rendimiento económico de la organización.
¿No sería mejor trabajar sobre las causas que lo provoca?
Para poder detener la problemática, debemos conocer que causas lo provocan.
La causa más común obviamente está relacionada con la salud: Problemas musculoesquelélticos suelen ser la causa general para faltar al trabajo pero también la ansiedad y el estrés, puesto que una de cada cuatro bajas laborales de la población activa de nuestro país, se produce por estrés siendo el segundo motivo después de las dolencias musculares y óseas.
Así es que para reducir el absentismo, lo primero que debemos de definir son las medidas que respondan a la realidad y a las necesidades de la organización, y que resuelvan los problemas concretos de los empleados que trabajan en ella.