Cómo evitar el temido burnout mientras teletrabajamos
Fuente: www.rrhhpress.com
Con la llegada del covid-19 son miles los trabajadores de nuestro país que han visto cómo sus trabajos presenciales se trasladaban a un entorno remoto en cuestión de días. Esto ha supuesto una capacidad y rapidez de adaptación a esta nueva situación sin precedentes.
Según auguran diversos estudios, esta nueva realidad de trabajo ha llegado, en muchos casos, para quedarse, abriendo así las puertas a un nuevo entorno laboral virtual.
Probablemente hayamos oído hablar en alguna ocasión del síndrome de burnout. La Organización Mundial de la Salud reconocía hace poco más de un año el síndrome de burnout, o del trabajador quemado, como una enfermedad asociada al trabajo. Concretamente, la definía como un síndrome resultado del estrés crónico en el lugar de trabajo que se caracteriza por agotamiento, falta de concentración, irritabilidad o insomnio, entre otros síntomas.
¿Pero por qué puede presentarse cuando estamos trabajando desde casa y qué podemos hacer para evitar que nos afecte en nuestra motivación y eficiencia?
Priorizar y establecer horarios, primera clave para alejarnos del burnout
La realidad es que el teletrabajo cuenta con múltiples aspectos positivos, desde una mejor conciliación familiar y la flexibilización de horarios hasta el abaratamiento de costes y ahorro de tiempo relacionado con los desplazamientos.
De hecho, según el estudio Felicidad en el lugar de trabajo, realizado por Udemy for Business, tener un buen equilibrio entre trabajo y vida personal es el factor más importante para los trabajadores (37 %), por encima de cualquier otro aspecto.
Sin embargo, teletrabajar no es, o al menos no debería ser, sinónimo de disponibilidad 24/7, y esto es algo muy importante que tanto los trabajadores como las empresas deben tener claro. Es cierto que podemos enfrentarnos a un pico de trabajo en el cual resulta casi prácticamente necesario invertir más horas, pero esto debe ser un momento temporal, ni mucho menos la pauta general.
Según recogen Forbes y Bloomberg, tras el análisis del tiempo de conexión a las VPN (red privada virtual que conecta con la empresa) durante el confinamiento -en el que una gran parte de los trabajadores nos hemos visto obligados a teletrabajar-, los empleados, a nivel mundial, han pasado de las ocho horas laborables diarias a diez horas.
Esta situación de alargar las horas laborales día a día y durante un periodo de tiempo amplio genera, sin duda, un desgaste mental y físico en cualquier persona. Por ello, resulta fundamental ceñirnos a los horarios, establecer prioridades y optimizar nuestro tiempo. Así mismo, es importante saber diferenciar entre urgente e importante. Hay muchas cuestiones que pueden ser de última hora, ¿pero son verdaderamente importantes?
Los descansos, requisito fundamental en las jornadas de teletrabajo
Sin embargo, también hay otros factores que pueden conducir al burnout, por lo que resulta importante saber detectarlos y atajarlos a tiempo. Existen trabajadores que cuentan con una gran capacidad de concentración y que son capaces de mantenerla tanto desde la oficina como en su casa. Estos trabajadores comienzan su jornada laboral y son capaces de estar conectados y trabajando incansablemente hasta que terminan su jornada laboral bien entrada la tarde.
Y aunque a priori esta concentración pueda resultar admirable o pueda parecer beneficiosa a nivel de eficiencia, la realidad es que nuestra mente y nuestro cuerpo necesitan descansos para mantener la productividad.
Esto lo refleja a la perfección la técnica Pomodoro, desarrollada a finales de los 80, la cual recomienda trabajar 25 minutos a pleno rendimiento y descansar 5, así como realizar descansos más largos, de entre 15 y 30 minutos, cada dos horas para aumentar la productividad.
Para conseguir este equilibrio y que no se vea mermada nuestra productividad, si es necesario, deberemos establecer alarmas para hacer descansos durante la jornada de trabajo, de manera que despejemos durante ese momento la mente y separemos la vista de la pantalla.
Podemos aprovechar también para estirar los músculos y recargar energías. Además, por supuesto, debemos respetar los horarios de comida y mantener una dieta saludable, ya que, tal y como afirma la Organización Internacional del Trabajo (OIT), comer de forma inadecuada puede disminuir hasta en un 30% la productividad laboral.
La confianza, base para liderar equipos en remoto
Por otro lado, los trabajadores, a veces, durante el teletrabajo, pueden sentirse cuestionados por sus superiores o sentir la necesidad de demostrar que están siendo productivos desde casa. Por ello, en ocasiones tienden a asumir más tareas de las que pueden abarcar y, consecuentemente, a trabajar más horas de las establecidas. Esta sobrecarga de trabajo, junto a la sensación de no poder llegar a todo, provoca un estrés que puede derivar en burnout.
Este agotamiento, que quizá pueda ser más habitual entre los directivos y altos ejecutivos, debido a su nivel de responsabilidad dentro de las compañías, puede afectar a cualquier trabajador. De hecho, el estrés laboral está considerado el segundo problema de salud laboral más frecuente en Europa.
En este sentido, resulta fundamental que exista una base sólida de confianza entre el trabajador y la empresa, y, más concretamente, entre el trabajador y el líder o responsable del proyecto y, en general, entre todo el equipo. De esta manera, los trabajadores tendrán la seguridad que necesitan para delegar tareas y levantar la mano si requieren de ayuda para llegar a todo.
Aumento de los cursos sobre teletrabajo
Curiosamente, en Udemy, durante el confinamiento hemos visto cómo han crecido de manera exponencial las inscripciones a cursos relacionados con el teletrabajo, llegando a un incremento del 21,6%. Esto puede deberse a que estamos interesados en continuar siendo piezas fundamentales para nuestras compañías y en mantener nuestra eficiencia y productividad.
El entorno digital, tanto para trabajar como para aprender e, incluso, a nivel social, es una realidad. En este nuevo escenario, las plataformas de formación online están contribuyendo a facilitar esta adaptación y se han convertido en la fuente a la que acudir para mantener la siempre deseada productividad, la motivación y saber gestionar nuestro tiempo correctamente.