SEGURIDAD VIAL

Alergias y conducción: el enemigo silencioso

Fuente: www.dgt.es

  • La somnolencia que provoca la alergia y algunos medicamentos para su tratamiento, un problema al conducir. Por eso, nunca se automedique

Con la llegada de la primavera, las alergias aumentan. Las más habituales son las ambientales, sobre todo aquellas que son producidas por el polen. En concreto, el de las gramíneas es el responsable de la gran mayoría de alergias primaverales, sobre todo en el norte y centro de España. En la cuenca mediterránea, sin embargo, la principal responsable es la parietaria y en el sur se ven también muchos casos de alergia al olivo.

La ausencia de lluvias, además, y los altos niveles de contaminación de las ciudades están favoreciendo, según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, el fenómeno de inversión térmica, que impide a lospólenes abandonar la atmósfera e incrementa el tiempo de exposición a ellos. 

Calendario de alergias 

Esta infografía le muestra las épocas en que se suelen producir los mayores niveles de pólenes, según la zona geográfica y la especie vegetal. Y si quiere conocer los niveles de pólenes en tiempo real, pinche aquí

 ¿Resfriado o alergia?

Los resfriados son de origen vírico y suelen presentarse con mayor frecuencia en las épocas frías del año, aunque se observan cada vez más resfriados estivales debido al mal uso del aire acondicionado.

Las rinitis pueden ser de origen alérgico (las más frecuentes), debidas al contacto con alérgenos ambientales (polen, polvo, ácaros, mohos, hongos, etc.), o de causa no alérgica. La rinitis alérgica es un problema de salud muy común en todo el mundo. Se calcula que afecta a alrededor del 10 al 30% de la población, dependiendo del área geográfica, del clima y de otros factores ambientales. Afecta a niños y adultos.

La prevalencia del resfriado es muy alta: se calcula que, por término medio, los niños sufren entre 4 y 8 resfriados al año, y los adultos entre 2 y 5. 

Síntomas de la alergia

Irritación de ojos, congestión nasal, picores en la piel, estornudos, picor de garganta, problemas respiratorios, etc. son los síntomas más frecuentes de los alérgicos. Molestias que, sin duda, afectan a la conducción. Hay estudios que alertan de que el riesgo de sufrir un accidente de tráfico aumenta en un 30% con conductores alérgicos. La Dirección General de Tráfico también pone sobre aviso; y es que estornudar durante cinco segundos seguidos mientras se conduce a 90 kilómetros por hora implica dejar de prestar atención a la carretera durante más de 125 metros.

Una crisis de estornudos va asociada generalmente a lagrimeo de ojos, por lo que, en caso de circular a 100 km/h, la distancia recorrida sin mirar a la carretera puede alcanzar los 140 metros. Si el tiempo estornudando se mantiene durante diez segundos, la distancia se duplica.

Alergia y conducción

os síntomas producidos por el ataque alérgico (lagrimeo, congestión nasal, fatiga, estornudos en cadena…) ya pueden dificultar la conducción segura. De hecho, al encadenar estornudos sin parar se retira la atención de la carretera hasta 15 segundos. Además, el 50% de los alérgicos sufre alteraciones del sueño –los que sufren congestión nasal no pueden dormir bien– y, por ejemplo, el 40% de los que padecen rinitis alérgica sufren somnolencia diurna, lo que también interfiere en la seguridad al volante.

Los antihistamínicos se utilizan para tratar las enfermedades alérgicas. Desde hace algunos años incorporan en sus embalajes un pictograma que avisa de sus efectos sobre la conducción y en sus prospectos un apartado que explica los efectos, si los tienen. Los que utilizan como principio activo bilastina, ebastina, desloratadina, loratadina y terfenadina NO producen efectos sobre la conducción y son, por ello, mejores para la seguridad al volante.

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